El séptimo mandamiento.

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"No robarás". Séptimo mandamiento según el decálogo de la Iglesia católica. 
La Real Academia Española (RAE); define "robar" de la siguiente forma: 



Del lat. vulg. *raubare, y este del germ. *raubôn 'saquear, arrebatar'; cf. a. al. ant. roubôn,al. rauben, ingl. reave.


1. tr. Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno.


2. tr. Tomar para sí lo ajeno, o hurtar de cualquier modo que sea.


3. tr. raptar (‖ llevarse a una mujer violentamente).


4. tr. Dicho de un río o de una corriente: Llevarse parte de la tierra contigua o deaquella por donde pasan.


5. tr. Redondear una punta.


6. tr. Achaflanar una esquina.


7. tr. Entre colmeneros, sacar del peón partido todas las abejas, ponerlas en otrodesocupado, y quitar de aquel todos los panales, poniendo el peón en el potro, ydándole golpecitos hasta que pasen al vacío las abejas.


8. tr. En ciertos juegos de naipes o en el dominó, tomar del monte alguna carta oficha.


9. tr. Atraer con eficacia y como violentamente el afecto o ánimo. Robar el corazón, el alma.


10. prnl. desus. Huirse, escaparse.

Era mediodía cuando un niño de siete años salía del colegio para ir a comer a casa. El pequeño se abre paso entre los demás niños que salen a la misma hora mientras que otro niño un poco mayor que él en ese momento le alcanza. 
Al otro lado de la puerta que da a la calle a la canguro que se encarga de recoger a los niños, llevarlos a casa, darles de comer y llevarlos de vuelta al colegio, no le pasa desapercibido el semblante del pequeño. 

-¡Me han robado! 

El pequeño grita, al llegar dónde la mujer les espera, mientras se cruza de brazos en mitad de la calle. Resulta que el niño es seguidor a ultranza de todo lo relacionado con el fútbol. Siempre lleva un puñado de cromos en su mochila pues uno de sus pasatiempos preferidos es mirarlos y aprenderse todos los nombres y otros datos de sus jugadores preferidos. Y no tan preferidos...lo cierto es que sabe de memoria la alineación de los principales equipos de fútbol. 

Aquel día llovía, así que a la hora del recreo sacó su pequeño montón de cromos que ese día se había llevado dispuesto a cambiar los que tenía repetidos. Cambió un par, luego los dejó en su mochila y se marchó a jugar con otros niños. 

Al volver el pequeño se encontró su mochila abierta, la libreta que lleva para hacer las tareas continuaba dentro pero el montón de cromos ya no estaba. Empezó a buscarlos por el suelo por si se habían caído, en el cajón bajo la mesa por si los había dejado allí y ya no lo recordaba...nada. Otro niño con manos avispadas se los había llevado. 

El niño fue corriendo a la maestra, la que le repondió que esas cosas no se llevan al colegio. Al pequeño no le quedó más remedio que recoger su libreta, su mochila, la chaqueta y salir de la clase. Triste y a la par enfadado, se lo explicó a la canguro, a su madre, a su padre, a su abuelo, a su tía...

En el colegio, de enseñanza religiosa, el pequeño estudió no hace mucho aquello de los diez mandamientos...

"¡Es que robar está mal y eran mis cromos, míos!" 

Repetía el niño más tarde en su casa mientras merendaba un vaso de leche con galletas. 
¿Cómo le explico a un niño que la culpa parece ser es de él por llevar unos cromos al colegio? ¿No vale la pena desde el colegio intentar saber quién deja suelta su manita y acaba en la mochila ajena? 

Efectivamente, son cromos. Si miramos el asunto desde el punto de vista del valor (económico, por ejemplo) es algo que no tiene valor para mí o para ti. Una tontería. Si lo miramos desde el valor sentimental, tres cuartos de lo mismo. Aunque si le preguntamos al pequeño, respondería "Me los han comprado entre mis padres y mi abuelo". El niño no cuenta los dos euros o los tres euros que valga cada paquetito de cromos. Piensa en quién se lo ha comprado y frunce el ceño. Para él si tiene valor. 

¿Cómo se forma un delincuente? No, nos vayamos a asustar. Según algunos profesores, expertos en Criminología que tuve en la universidad, la delincuencia es progresiva. Existe factor biológico, del entorno, situacional de cada individuo...pero también existe la educación que adquiere una persona. 

Son niños, si, pero la delincuencia de forma progresiva se explica así; desde niños. Un niño entra en una tienda, roba o hurta unos caramelos. El tendero no le ve, el niño se sale con la suya y se lleva los caramelos. El niño crece, ya no es niño, ahora es adolescente. Ve los caramelos pero también ve la caja registradora. Lo intenta, el tendero no le ve y el adolescente consigue robarle o hurtarle cinco euros. 

El niño que ya es adolescente y tiene dieciséis años luego crece. Ahora tiene más de veinte y decide comprar una pequeña navaja. Divisa una noche a una anciana que sale de la casa de su hijo, tras haber visitado a su nieto. El que antes era un niño y robaba caramelos ahora enseña la navaja a la mujer y le roba, ya no hurta, su pequeño bolso con lo poco o mucho que llevaba. 

¿Y todo esto porqué? Tal vez el niño, cuando era niño, de haberse llevado una reprimenda en casa se le hubiesen quitado las ganas de robar o hurtar algo que no era suyo. 

El siguiente decálogo es de E. Calatayud, juez de instrucción de menores. Nos enseña a base de ironía a convertir a un niño en delincuente. 



1. Dadle todo cuanto desee: así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.


2. Reídle todas sus groserías, tonterías y salidas de tono: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.


3. No le deis ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!


4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.


5. Recoged todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.


6. Dejadle ver y leer todo: limpiad con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.


7. Padre y madre discutid delante de él: así se irá acostumbrando, y cuando la familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.


8. Dadle todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar, basta con pedir.


9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse,…¡de otro modo podría acabar siendo un frustrado!


10. Dadle siempre la razón: son los profesores, la gente, las leyes… quiénes la tienen tomada con él.


“Y cuando tu hijo sea ya un delincuente, proclama que nunca pudiste hacer nada por él”.

Comentarios

  1. Permisividad y comodidad, dos vicios actuales que arruinan el futuro, pero estamos en la época del yo lo valgo, no en la época de crear futuro. Borrachos de nuestra gloria no queremos mirar más allá de nuestra nariz. Igual hay un espejo y nos vemos el alma, mejor mirar el ombligo.

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    1. Acabo de darme cuenta que hay párrafos que se leen mal...mil disculpas.
      Mi abuela decía "Que te miren a la cara, no a las manos". ¡¡Que razón tenía!!

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