Confesión nº3: Soy la limpiadora.



Imagen propiedad de Internet. 

¿Quién no ha tenido alguna vez una entrevista de trabajo? Algunas mejores que otras, sin duda. Hasta que llega la que termina bien y consigues el puesto de trabajo. 

En el exterior cae la noche. Dicen que bajan las temperaturas e incluso podría nevar. Recuerda llevar las cadenas del coche, pues. No vayas a ser cómo aquellos que se quedan atrapados en la montaña y con chanclas. 
Sofía se sienta en el diván dispuesta a explicar algo obre las entrevistas de trabajo y es que hoy le han respondido a la última.  

Nunca digas nunca, dicen. 

-Yo digo nunca- asegura Sofía. 

-Nunca podría trabajar para alguien que me falta al respeto. 
-Nunca podría trabajar para alguien que me mira cómo si fuese parte del mobiliario. 
-Nunca podría trabajar para alguien que no es capaz de ser meramente cortés o cordial. 


Sofía ha tenido una entrevista para una empresa que, aunque pequeña, promete crecer en los próximos años. Ya conocía esta empresa aunque dicha entrevista la consiguió mediante una trabajadora de la misma empresa.

El primer día de entrevista le hicieron pasar al despacho para ver el currículum vitae,  hablarle de las funciones a realizar y "pactar" sueldo. Que más que pactar, ya estaba muy definido desde el inicio.

Una de las preguntas fue "¿Aspiraciones salariales?" 
Queda realmente mal responder Pues mire si, quiero cobrar tanto. Al menos la profesora de Sofía de Recursos Humanos jamás la hubiese aprobado de saber que respondería eso.

La siguiente pregunta fue "¿Qué esperas obtener de trabajar aquí?" Sofía recordó algo que siempre decía su madre así que respondió que lo que pretendía era aprender y que no entraba en sus prioridades el sueldo como el hecho de aprender un oficio.

Así que una vez explicadas las funciones y que interesaba que la joven cubriera horario completo pues era para el puesto de recepcionista y tenía que atender a los clientes, el entrevistador que llamaremos Entrevistador 1 parecía absolutamente convencido hasta que entró Entrevistador 2. 


El primero puso al corriente al segundo de lo que había y que por su parte ya lo tenía decidido, faltaba por saber qué tipo de contrato se podía hacer.


El segundo leyó el currículum durante apenas nueve segundos y mirando a primero le dijo No tiene nada. Arrojó el contrato encima de la mesa y mirando a Sofía dijo "Contrato en prácticas y con un sueldo de 200 euros ya tienes bastante". 


Hubo una segunda jornada de "entrevista" en la que habló únicamente con entrevistador 1. Éste le aseguró que tenía un pie dentro de su puesto de trabajo, que aumentarían el sueldo y que convencería a entrevistador 2. Éste ultimo no estaba conforme y no quería saber nada del tema puesto que para él, Sofía no daba el perfil. Así que entrevistador 1 la citó para saber más y ver si, por ejemplo, entraba en riesgo de exclusión social.


Sofía desde que tenía dieciséis años limpia unas galerías comerciales, que más que comercios guardan locales cerrados. Dichas galerías son administradas por la misma empresa en la que realizó la entrevista. También es autónoma a temporadas en las que tiene una tienda.

Sofía ha contratado desde los dieciocho años a trabajadores para las distintas campañas. Junto a currículums ha visto caras, personas, vidas...algunos con más estudios, otros con menos. Nunca le faltó el respeto a nadie. Simplemente basta con llamar, o no, a la persona y decirle que ya se ha encontrado a alguien. Aunque uno piense que no contrataría a dicho trabajador jamás. Hay empresas que optan por el silencio y sin más se deduce que la respuesta es no.

Cada empresa es libre de contratar a la persona que decida como cada trabajador es libre de querer o no optar a un lugar de trabajo. La exclavitud se abolió hace mucho. Por suerte. Al menos en este país. Sofía lo que no tolera es la falta de respeto, el despotismo o la mala educación.


  • Al entrar en un despacho qué mínimo dar los buenos días. 
    • Y si se da unos golpecitos antes de entrar ya queda que ni pintao'.
  • Sofía tiene poca formación, si se compara con alguien que tenga titulación universitaria. Poca no significa "nada". 
  • Decir que no tiene nada, ofende;
    • Ofende por el tiempo que se ha dedicado. 
    • Ofende por el esfuerzo que ha costado conseguir lo poco que se tenga.
  • Mirar por encima del hombro queda feo, muy feo. 
  • Querer abaratar la contratación se comprende pero hay preguntas que molestan; 
    • ¿Crees estar en riesgo de exclusión social?
    • ...

Simplemente abro debate: ¿Todo vale? 

La respuesta a tanta entrevista es: ¿Te han dicho algo? Es que no va a poder ser...
Sofía respondió junto a un guiño de ojo: No te preocupes, seguiré limpiando. Para ello no necesito un máster. 

La respuesta la dio una de las trabajadoras. 

Comentarios

  1. Nunca digas nunca ... bien cierto. Hay veces que nos tenemos que comer el orgullo y las creencias. Momentos extremos, si, pero existen. Lo mejor es estar preparado para ello. ¿Cómo ? Bueno, si lees lo que escribió Viktor Frankl en su obra "El hombre en busca de sentido" se aprende mucho para resistirlo todo. Si no lo lees... hay que descubrirlo y cuesta más.

    El silencio por respuesta es una más de las descortesías de la sociedad actual y en sí misma una una muestra de la poca consideración que tiene quien dirige la empresa pues las empresas no dejan de ser reflejo de la dirección. Si no es un consulting, huye. Si lo es recuerda el nombre para no contratarles nunca en el futuro.

    Una vez una consultoría me llamó a raíz de una carta que les escribí buscando empleo. La razón era: "Si voy a tenerle en cuenta para puestos de trabajo que me encarguen antes tendré que conocerle y saber quien es Ud, ¿no? Por supuesto siempre contestaron a todo. Pero de esas ya no quedan casi. Con el tiempo mis selecciones pasaron por esa empresa. "Quien da recibe", es una máxima de la vida.

    Y no, no todo vale, pero si no colaboramos al cambio los lobos invadirán el mundo hasta comerse entre ellos. Para ser buena persona no se necesita master, solo paciencia, sonrisa y convicción. Y eso sí vale y cuenta.

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    1. Tengo un café pendiente con alguien de la empresa para que me explique qué ha pasado y porqué pasa una candidata de ser "la mejor opción" o decir que no da el perfil....Si querían a la tonta de turno creo que han visto que no lo era...

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